Las elecciones y los desafíos fiscales de Guatemala

Creado por: Roberto Sánchez fecha: 20-03-2019 11:51

Fuente: https://www.icefi.org/blog/las-elecciones-y-los-desafios-fiscales-de-guatemala

Por: Abelardo Medina

En una discusión con miembros del Congreso de la República y algunos especialistas en ciencia política, se planteó la inquietud sobre las características que debían tener los futuros gobernantes del país, especialmente en un entorno fiscal tan complicado.  La idea primaria en dichos grupos, luego corregida, fue que la política fiscal es poco importante, dado que, según ellos, los guatemaltecos persiguen líderes del tipo caudillo, y que es suficiente con que éstos demuestren honestidad, liderazgo y voluntad política de realizar cambios, aunque no conozcan cómo hacerlo.   Al margen de no estar de acuerdo con que Guatemala necesita caudillos, porque para construir procesos democráticos debe propiciarse el fortalecimiento institucional con equipos de trabajo honestos y capaces; es imposible que un mandatario, por muy bien intencionado que sea, pueda hacer algo por los habitantes, si no dispone de los recursos para implementar planes de bienestar y si no cuenta con mecanismos efectivos para combatir la corrupción; es peor aún,  si no sabe cómo hacerlo.

Por ello, los candidatos a la primera magistratura del país deben conocer con suficiente profundidad los desafíos fiscales de Guatemala, y a partir de eso,  plantear un plan de trabajo efectivo y concreto.  El primer paso que deben seguir pasa por respetar lo establecido en la Constitución Política de la República, en donde se consagra que el fin supremo del Estado es la realización del bien común, es decir mejorar el bienestar del guatemalteco, por lo que la orientación de sus acciones debe responder a dicho propósito.  Sobre esto,  los candidatos deben recordar que el fin es el bien común, no anunciar el aumento del PIB, o controlar la inflación, o estabilizar el tipo de cambio, todos importantes, pero que solo son  herramientas para coadyuvar al fin; por supuesto que es deseable que sus acciones no intenten girar en torno a la creación de privilegios tributarios para el sector privado, o a evitar que los salarios crezcan.

También, debe recordarse que el gasto del Gobierno Central está plagado de mecanismos de corrupción, fuertemente arraigados y de muchos gastos inútiles que no rinden bienestar a la población.   Por ello, el segundo paso, debe ser el planteamiento concreto de cómo se atacará la corrupción y como se eliminarán los gastos superfluos.  No es suficiente decir qué se hará, debe decirse, cómo se hará.

Aun así, debe reconocerse que el Gobierno de Guatemala es uno de los más pequeños del mundo (12.3% del PIB en 2018), por lo que necesita crecer y para ello es indispensable aumentar el cobro de tributos;  sin embargo, eso no pasa en el corto plazo por aumentar tasas, sino por el combate a la evasión fiscal que, solo en el IVA, de acuerdo a la SAT, alcanza 38% del potencial -más de Q15,000.0 millones-; mientras que en ISR, el Icefi estima que alcanzó 40.3% para 2012 -Q20,000 millones-.   Si a lo anterior, se suma lo no registrado por informalidad, contrabando y flujo ilícito de capitales, podría duplicarse la recaudación, sin necesidad de afectar las tasas vigentes.  Por ello, el tercer paso, debe ser el detalle de las  acciones que se tomarán para incrementar la disponibilidad de recursos tributarios del país.

Lo preocupante es que a partir de ahora escucharemos candidatos que ofrecerán que mejorarán la seguridad, la educación, la salud, entre otros, pero sin establecer cómo lo harán ni de dónde procederán los recursos.  Por ello, los guatemaltecos tenemos la obligación de evaluar con cuidado la oferta electoral y seleccionar a aquellos que conozcan con mayor profundidad los desafíos fiscales, y estén dispuestos a afrontarlos por el bien de los habitantes del país.

Esta columna fue publicada el 18 de febrero en la revista Contra Poder de Guatemala.